El llanto de la sacerdotisa

¡Hola, personitas del universo! Para despedir este 2019 entre historias, os traigo un relatillo que escribí entre clase y clase. La inspiración puede aparecer en cualquier parte y en este caso ha sido en una clase de gramática cuando ha venido a mí. Una de las propiedades que tiene la lengua es la recursividad , o lo que es lo mismo: una unidad sintáctica puede estar formada por otra unidad igual o más compleja. Por ejemplo, una frase puede contener en su interior otra frase (los lápices de colores, que es una frase nominal que incluye una frase preposicional) o incluso una oración (los lápices que le presté a mi primo). ¿Y a qué viene esto? A que teóricamente, debido a la recursividad de la lengua, se podrían crear estructuras infinitas (frases dentro de frases, dentro de frases y dentro de más frases). Así que se me ha ocurrido intentar crear la frase más larga que haya escrito en toda mi vida, ¡a ver qué sale! Tengo que decir que es posible que haya más de una fr...