La gema (parte 3)
El interior de la cueva era un caos. La orden no era muy numerosa, pero, con cada uno de sus miembros corriendo de un lado a otro buscando sus armas, parecía que el lugar estaba atestado de gente. Tampoco ayudaba que se gritasen unos a otros. Kela cogió su lanza y corrió en busca de Mya y Keyran, que la aguardaban a la entrada de la cueva. Le costaba avanzar entre la multitud, y recibió más de un empujón por el camino.