Especial Halloween: Sindy y Rush en busca del esqueleto maldito

¡Feliz noche de brujas! Hoy os traemos una historieta protagonizada por Sindy y Rush, dos brujitas de doce años que siempre andan metidas en algún que otro lío... Y parece que esta vez han acabado declarando en un juicio.
¡Feliz lectura!

✹☆✹
J: …

Sindy: Pues... todo comenzó en una noche de luna llena. Y como todo el mundo sabe, o eso me dijo Rush, es tradición entrar en una mansión maldita las noches de Halloween con luna llena.

Rush: Es una tradición. ¿No la conocíais? ¿Qué clase de brujos sois? Perdón, perdón, su Excelentísima Señoría Brujeril y miembros del Mágico Jurado.

J: …

Sindy: ¡No lo ha dicho con mala intención, discúlpenos! Son los nervios de estar siendo juzgadas y eso… Pero como le decía, había luna llena…

J: …

Rush: Lo siento, señoría, pero todos los detalles de esta historia son importantes. Es como si no le contásemos que en la segunda planta una momia nada simpática se prendió fuego en las vendas por accidente. No es que nosotras la empujásemos sin querer contra el candelabro…

Sindy: El caso es que nuestra intención solo era descubrir los misterios de la mansión y recoger ingredientes para nuestras pociones...

J: …

Rush: ¡Eso no es justo! Nuestras pociones no causan el caos y la destrucción, qué tontería… Bueno, no siempre, al menos.

J: …

Sindy: Eso es, volvamos a la mansión. El problema principal fue que no había fantasmas y, como ustedes ya deben de saber, las calabazas de la huerta de un fantasma son un ingrediente valiosísimo para cualquier poción fertilizante* que se precie.

Rush: El caso es que calabazas sí había, eso nos extrañó bastante. Pensamos que quizás los fantasmas estuviesen de viaje (quizás ellos salen de fiesta en Halloween), así que las cogimos sin pensar que pudiesen tener ya dueño.

J: …

Sindy: Exacto, su excelentísima señoría, así fue como nos encontramos con Franky.

J: …

Rush: Pues sí, Franky, el esqueleto. ¿Es que no sabéis su nombre? Menuda discriminación, solo por ser un esqueleto no sabéis ni su nombre…

Sindy: Así es, Franky. Al principio pensamos que nos iba a matar…

Rush: Yo creí que iba a morir…

Sindy: Pero resultó que entendió nuestra confusión con las calabazas fantasma y nos advirtió que como era un esqueleto maldito, deberíamos tener cuidado con sus calabazas…

Rush: ¡Si nos miró hasta la fiebre y todo, por si acaso! Franky es un buen tipo. Y vosotros que lo discrimináis…

J: …

Sindy: Sí, lo siento, ya sé que no estáis juzgando a Franky, pero de verdad que fue todo un caballero esqueleto y si nos salvamos de la explosión fue gracias a él.

J: Bueno, vayamos al tema principal, ¡¿cómo habéis podido destruir una mansión casi milenaria, que ha resistido las más terribles guerras y ataques, los más feroces asaltos y maldiciones, en una sola noche?!

Rush: Ups…

Sindy: En nuestra defensa, me gustaría aclarar que en ningún momento pretendíamos destruir una edificación tan… magnánima…

Rush: (susurrando) ¿Pero tan importante era la dichosa mansión?

Sindy: (también susurrando) Sí, Rush, sí. Puede que esta vez nos hayamos metido en un bueno lío…

J: …

Rush: ¿Pero cómo íbamos a saber que las calabazas malditas pueden explotar?

J: …

Sindy: Ya… lo de utilizarlas de todas formas para esa poción tal vez no fue nuestra mejor decisión…

Rush: Yo sigo sin ver el problema…

Sindy: No te preocupes… Lo importante aquí es que la culpa es de la momia.

Rush: Eso, eso.

J: …

Rush: Ya se lo habíamos dicho: todos los detalles son importantes.

Sindy: Después de lo de las calabazas, estuvimos hablando con Franky. Nos contó que había sido maldecido por una bruja siglos atrás, que su cuerpo había sido ligado a aquella mansión y que, por eso, seguía sin poder marcharse aun después de morir.

Rush: También nos dijo que cualquier objeto o ser con el que estuviese en contacto un tiempo quedaría igualmente maldito, como sus calabazas. Nos advirtió que nos fuésemos.

Sindy: Sin duda esa era nuestra intención, pero… no pudimos dejarlo así…

Rush: ¡Teníamos que ayudarlo! Seguro que su Excelentísima está de acuerdo en que no es justo maldecir a alguien por tanto tiempo.

Sindy: Si el hechizo lo ligaba a la mansión tenía que haber algo por allí que nos sirviese para romperla.

Rush: Así que nos pusimos a investigar.

Sindy: Fue así como encontramos a la momia.

J: …

Rush: No, no, no, nosotras no le prendimos fuego, ¿no me ha escuchado antes? Fue un accidente. ¡Es que nos estaba persiguiendo! ¡¡Y tenía arañas en las vendas!! Y no es nuestra culpa que los candelabros estuviesen colgados tan abajo…

Sindy: Lo importante de la momia es que estaba guardando algo. Era la entrada a una cripta.

Rush: Una bastante siniestra…

Sindy: Todas las tumbas estaban abiertas…

Rush: Y ocupadas, usted ya me entiende.

Sindy: Todas estaban ocupadas, como dice Rush, por cuerpos que llevaban, como poco, décadas muertos. Todas menos dos. Las dos tumbas del fondo, las más lujosas. Una de ellas estaba vacía, y tenía un retrato sobre ella.

Rush: No tardamos mucho en darnos cuenta de que era Franky; tenía el mismo pelo.

J: …

Rush: ¿No habíamos dicho que era un esqueleto con pelo?

Sindy: La otra tumba… bueno, esa no estaba vacía, pero tampoco era como las demás…

Rush: Había una mujer dentro y no parecía para nada muerta. Más bien, parecía que estaba dormida.

Sindy: Se parecía mucho a Franky, y tenía un libro de hechizos entre las manos. Supusimos que quizá había sido ella la que lo había maldecido y que había usado uno de los hechizos del libro para hacerlo, así que se lo cogimos.

Rush: Y ahí es cuando todo se torció… por culpa de la momia. Llegó, en llamas, y se puso a gritar. Lo terrible es que los gritos los despertaron, ¡a los muertos! ¡A todos los muertos! También la mujer se despertó, y fue entonces cuando nos dimos cuenta de que ella también estaba muerta: en vez de ojos, tenía dos agujeros llenos de gusanos.

Sindy: Salimos corriendo, como es lógico...

Rush: Nunca en mi vida había corrido tanto, podría jurarlo, Señoría Excelentísima.

Sindy: No sé cómo, pero conseguimos llegar a la huerta otra vez, y allí Franky nos cubrió mientras improvisábamos una poción.

J: …

Rush: Obviamente que se sorprendió muchísimo por vernos perseguidas por un ejército de muertos, qué pregunta más estúpida… No se ofenda, su Señoría...

Sindy: No nos imaginamos que Franky podría durar mucho contra tantos enemigos él solo, pero era mucho más poderoso de lo que aparentaba.

Rush: Y se enfrentó directamente a la de los ojos de gusanos. Fue increíble.

Sindy: No tardamos en tener lista la poción; ya llevábamos algo preparado de antemano por si acaso.

Rush: Y menos mal, porque si no… no quiero pensar qué habría pasado.

Sindy: Echamos la poción sobre el suelo, a los pies de los muertos. Nuestra intención era hacer una poción fertilizante (como recordaréis, para eso queríamos las calabazas), que hiciese crecer la vegetación tanto como para atraparlos a todos en ella, pero…

Rush: Pero… ¡boom! Todo estalló. En un instante.

J: …

Sindy: A ver, todo sucedió muy rápido. Yo diría que fueron las calabazas malditas las causantes de la explosión…

J: …

Rush: ¡Oye!

Sindy: Lo sé, lo sé, nuestras pociones no tienen la mejor de las famas, pero usted también reconocerá que una mansión tan impresionante como esa no podría haber sido destruida sin más por dos brujas de doce años…

J: …

Rush: Destruida, barrida, borrada de la faz de la Tierra… También podríamos tener en cuenta que, sin mansión, también desapareció la maldición y Franky por fin pudo ser libre.

J: …

Sindy: Reconozco que desconocía que Franky hubiese sido un brujo pirata condenado en el pasado por innumerables robos y engaños… Pero, como le decíamos, en cuanto todo estalló por los aires, fue él el que nos sacó a tiempo de allí.

Rush: (en susurros) Por desgracia la momia también se salvó…

J: …

Sindy: Bueno, es que si no fuese por la acusación de la momia, no estaríamos aquí testificando…

Rush: (en susurros todavía más bajos) Qué desgraciada, la momia...

Sindy: Es normal que no guardemos un buen recuerdo de quien nos ha denunciado por allanamiento de morada…

Rush: Por atentar contra su no-vida...

Sindy: Por robo con medios mágicos...

Rush: Y por destrucción de propiedad privada…

J: …

Sindy: Así es, nos declaramos inocentes.

Rush: Porque lo somos.

Sindy: Y consideramos que todo esto ha sido un gran malentendido producto del resentimiento, injustificado, de una momia que lleva siglos muerta. Por lo que, atendiendo a los derechos de los vivos frente a los no-vivos, todo este juicio nos parece solo una forma de exagerar los hechos.

J: …

Sindy: Ya… una pena lo de la mansión. Nosotras también lo lamentamos…

J: …

Sindy y Rush: ¡¿QUÉ?!

Rush: ¿Está de broma? ¿Con qué derecho puede usted hacer eso?

J: …

Sindy: Sí… su autoridad como juez…

Rush: ¡Y un rábano! ¡Yo me opongo!

J: …

Sindy: ¡Claro que no, su señoría! Seguro que Rush y yo seremos capaces de acoger con gusto a la momia…

Rush: No me parece buena idea, Sindy…

Sindy: (susurrando) O aceptamos lo que dice o nos endeudamos de por vida para pagar los daños de la explosión… Tampoco es que nos estén pidiendo mucho, ¿verdad?

Rush: (susurrando) Casi preferiría que nos metiesen en la cárcel… Pero vaaale, acogeremos a la maldita momia.


Narrador omnisciente en tercera persona: al final, Sindy y Rush aceptaron su destino y acogieron a la momia… Pero no duró mucho, la momia acabó escapando, en sus palabras, “por la peligrosidad que vivir con esas dos bombas suponía para mi no-vida”. El día que la momia se fue, nuestras queridas brujas invitaron a Franky para celebrarlo.
Ah, en la mansión también se encontraron con un vampiro, pero parece que todos lo olvidaron.

*Sindy y Rush trabajan en una floristería, de ahí su interés por hacer una poción fertilizante.


El esqueleto Franky tendría más o menos este aspecto
(si reconocéis al personaje, NO HAGÁIS SPOILERS, por favor <3)



Gracias por leer y déjate llevar por la fantasía...

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