Ruinas | 0 | Solo ruinas

¡Hola, personitas del universo! A 40 días de que acabe el año, he recuperado la inspiración y voy a intentar llegar a esas 50 entradas que nos habíamos propuesto como reto. Lo consiga o no, lo importante es que hasta final de año tengo intención de publicar varias cositas por aquí, en especial esta saga de relatos a la que he llamado Ruinas. A continuación os dejo la versión original en gallego y, debajo, la traducción al castellano. ¡Espero que disfrutéis de la lectura!

★★★

Pedras, tan só pedras onde antes se erixira un impoñente castelo. Pedras grandes e pequenas, todas fragmentadas, rotas, consumidas polo tempo. A herba intenta medrar onde xa non hai vida, pero morre no intento, só quedan ruínas. Os vellos camiños desaparecen, a súa non-pegada impide chegar ó lugar no que soñaban as estrelas, no que danzaba o ceo e a noite contaba historias. 

Ninguén recorda xa o castelo, a princesa, as cartas. Tampouco se lembran do po das estrelas. Miran o mesmo ceo e non saben que a noite contaba contos, ou que as estrelas bailaban ó son dunha arpa. Non saben, non lembran, porque xa non queda nada. Ou talvez si, aínda quedan as pedras, aínda quedan os non-camiños. 

A princesa aínda agarda que regresen as noites tranquilas xunto a unha candea, coa ventá aberta e o ceo máis vivo ca nunca. 

Aínda agarda entre as ruínas, entre as pedras, entre a herba que morre e os ósos que ninguén recolleu. Só queda a sombra dun castelo e as pantasmas, esquecidas, que non se atreveron a marchar. 



(Castellano)

Piedras, tan solo piedras donde antes se había erigido un imponente castillo. Piedras grandes y pequeñas, todas fragmentadas, rotas, consumidas por el tiempo. La hierba intenta crecer donde ya no hay vida, pero muere en el intento, solo quedan ruinas. Los viejos caminos desaparecen, su no-huella impide llegar al lugar en el que soñaban las estrellas, en el que danzaba el cielo y la noche contaba historias. 

Nadie recuerda ya el castillo, a la princesa, las cartas. Tampoco se acuerdan del polvo de las estrellas. Miran el mismo cielo y no saben que la noche contaba cuentos, o que las estrellas bailaban al son de un harpa. No lo saben, no lo recuerdan, porque ya no queda nada. O tal vez sí, aún quedan las piedras, aún quedan los no-caminos. 

La princesa aún espera que regresen las noches tranquilas junto a una vela, con la ventana abierta y el cielo más vivo que nunca. 

Aún espera entre las ruinas, entre las piedras, entre la hierba que muere y los huesos que nadie ha recogido. Solo queda la sombra de un castillo y los fantasmas, olvidados, que no se han atrevido a marchar.

Imagen de Dina Dee en Pixabay


Continúa en Ruinas, parte 1



#Entrada 3/50

Gracias por leer y déjate llevar por la fantasía...

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