La fórmula del tiempo libre: ¿mito o realidad?

¡Hola, lectores!

Una vez terminados los exámenes y trabajos (al menos de momento) por fin tengo tiempo para volver al blog. Y, aunque tenemos muchísimo más tiempo libre, nunca nos faltan cosas que hacer. No sé si a vosotros también os pasa que durante el curso vais ampliando y ampliando vuestra lista de lectura, esperando poder leer todos esos libros durante las vacaciones. Pero, cuando llegan, descubrís que tenéis demasiados libros y muy poco tiempo.

Pero esas semanas a tope de trabajo en el instituto y el hecho de no poder hacer todo lo que tenías previsto para las vacaciones también tiene su lado positivo, y es que da pie a que te preguntes "¿cómo puedo tener más tiempo libre?".

Es una pregunta que, para qué engañarnos, todos nos hemos hecho alguna vez. ¿Quién no ha intentado nunca algún método para tener más tiempo para sí en una época demasiado repleta de trabajo? ¿Quién no se ha dicho alguna vez "bueno, voy a empezar pronto para tener más tiempo libre luego" y ha acabado desperdiciando gran parte de la tarde? A raíz de esto he empezado a preguntarme si de verdad existe una fórmula que nos permita gozar de más tiempo libre.

A lo largo de los años, he comprobado de primera mano que los horarios, las tardes planificadas al segundo e incluso las promesas por escrito (sí, tanto Sindy como yo hemos llegado a ese punto) solo funcionan al principio. Todas esas fórmulas tienen fecha de caducidad, es decir, que van perdiendo efecto tan paulatinamente que ni nos damos cuenta de ello; y, como consecuencia, el tiempo se acaba esfumando igualmente.

A pesar de todo, la fórmula del tiempo libre sigue siendo tan codiciada como la Fuente de la eterna juventud o El Dorado y, del mismo modo, se ignora si se trata de una mera leyenda o es algo más, algo real y plausible. Después de tanto buscarla, solo me quedan dos opciones: o la existencia de la fórmula es falsa, o está fuera del alcance de los mortales.

Parece una perspectiva poco halagüeña, pero no lo es en absoluto. He llegado a la conclusión de que, si no puedo hallar la fórmula del tiempo libre, debo crear la mía propia. Como dice Sindy, "no voy a dejar que el tiempo me domine, tengo que dominar al tiempo" y "si no tenemos tiempo, hay que aplastarlo" (a todo esto, Sindy no sabía que iba a poner esto aquí, así que es una sorpresita para ella).

Para terminar, un último consejo: no intentéis planificar un día enteramente dedicado al trabajo (a no ser que sea uno de esos días en los que no tenéis tiempo ni para dormir). Alternad siempre un poco de trabajo y un poco de descanso. Las personas no somos máquinas, y es muy humano desperdiciar alguna que otra tarde (no os sintáis mal por ello). Reservad algo de tiempo para perderos en un buen libro o escuchad un poco de música mientras trabajáis (como yo ahora mismo).

Con todo, no dejéis de buscar la fórmula del tiempo libre.

          

Gracias por leer y déjate llevar por la fantasía...