A todos los chicos de los que no me enamoré
A ese compañero de clase que te parecía guapo pero con el que apenas llegaste a hablar, además de que ya tenía pareja. A ese chico del supermercado tras el que esperaste en la cola para pagar sin que llegarais a intercambiar una sola palabra, porque que no os engañen, no vais a conocer al amor de vuestras vidas en la cola del súper y a quien le haya pasado es la excepción que confirma la regla. Al chico al que no podías evitar mirar en el autobús o en el metro, imaginando miradas compartidas que no existían. Ese chico con el que te cruzaste por la calle, mientras deseabas que levantara un momento la mirada para que se cruzara con la tuya.
Al chico que siempre veías por los pasillos de la facultad, que creíste que se había fijado en ti, pero que desde entonces no volvió ni a mirarte. Al amigo de tu amigo con el que hablaste con tanta naturalidad y del que después descubriste que ya estaba con alguien. Al de la parada de autobús, aquella tarde en la que te preguntabas si llegaríais a coger el mismo y minutos después comprendías que no.
Porque el corazón busca amar, busca enamorarse, pero no siempre lo consigue. Y entonces anhela un fuego que nunca sintió, un cariño que no experimentó y unos sentimientos que solo tienen cabida en la imaginación. Está tan perdido que ve posibilidades que segundos después ya resultan inalcanzables. Hay quien no siente ese anhelo, ese deseo. Hay quien no busca el amor romántico y también a quien todo lo que le suene a él le disgusta. Pero también hay quien lo busca y no lo encuentra y lo vuelve a intentar y se frustra porque ninguno resulta ser el adecuado.
Nunca lo es. Siempre es un compañero, un desconocido, un efímero encuentro; nunca es amor. Porque ni siquiera la llama se prende, ni siquiera llegas a enamorarte porque tu subconsciente ya sabe que el chico que te miró, o que crees que te miró en la discoteca no llegó a acercarse a ti. No era nada, eran deseos y anhelos vacíos e incompletos. Era un corazón que deseaba enamorarse y no lo lograba. Eras tú empezando a creer que te habías vuelto de piedra y que jamás llegarías a entender el verdadero significado del encanto de amor.
Solo quedan los libros y las películas y las historias de esos amigos que sí han encontrado consuelo para su vibrante corazón. Mientras, el tuyo se vuelve duro, gris, de piedra. Tu corazón siente, pero no siente amor. Grita por una realidad que no conoce, si es que el amor es una realidad. ¿Y si no lo es? Ya dudas de todo y solo te preguntas: ¿por qué yo no soy capaz de amar?
Debe de ser defecto de ese corazón de piedra que trata de fijarse en personas de las que enamorarse pero nunca encuentra la adecuada. Porque, queridos chicos de los que no me enamoré, puede que mi corazón sea un loco que ansía ser amado, pero nada más. No es el defecto de uno mismo, todas y cada una de las personas que desean amar, merecen ser amadas; no son defectuosas por no conseguirlo, simplemente no es el momento, no es la persona.
No todo puede ser una película americana en la que la chica buena e invisible se enamora del chico guaperas y popular. A veces la chica no se enamora, a veces quiere hacerlo y no lo consigue, pero está bien.
No enamorarse está bien. Duele, fastidia o molesta, pero está bien, de verdad. No todo puede ser tan inmediato como nos hacen creer que es. La calma también existe en el amor, que no os convenzan de lo contrario. No somos defectuosos por no conocer ese amor, somos pequeñas florecillas que esperan a esa mariposa o abeja que se acerque a nosotras y decida quedarse. Pero, mientras eso no sucede, seguimos siendo florecillas preciosas, coloridas, diferentes y brillantes.
A todos los chicos de los que no me enamoré: ojalá encontrar el amor, pero hasta que eso suceda, hay una vida más allá.
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Gracias por leer y déjate llevar por la fantasía...
Aeeewww me encanta volver a leerte Sindy hermoso texto *-* me lo escribire personalmente es un buen ejercicio de psicología para poder curar algunas heridas gracias por todo <33 saludos
ResponderEliminar¡Hola! Ay, qué ilusión volver a verte por aquí ❤. En cuanto acabe con los exámenes me paso a leerte por tu blog, que veo que en mayo has publicado muchas cositas ^^. Y también, cuando acabe, a ver si comparto algunos relatillos aquí en Tardes de Fantasía, que ya lo echo de menos (la universidad me secuestra y me deja sin tiempo XD, tengo que aprender a organizarme).
EliminarMe alegro de que el texto te haya gustado, lo escribí porque necesitaba escribirlo. Yo soy la primera que adora ver películas románticas, pero al fin y al cabo una película es una película. En la realidad, la vida es muy compleja, cada uno tiene sus propias circunstancias y lo último que debemos hacer es frustrarnos por amor. Porque el amor es un sentimiento hermoso (también tiene sus sombras, claro) y a veces la persona adecuada tarda en llegar. Pero lo importante es que cuidemos nuestro amor propio, lo demás, si tiene que llegar, llegará, sin prisa.
Y bueno, esa era la reflexión que quería transmitir.
Un beso!! Espero que en estos tiempos extraños estés bien, nos leemos!
Ola!!! Non sabes (bueno, creo que en realidade si) o moito que me gustou esta entrada. É unha reflexión preciosísima (e moi boa para ler de vez en cando e recordar o importante que é quererse a unha mesma).
ResponderEliminarBiquiños!! <3
Olaaa. Ás veces é fácil esquecer que o amor propio é o amor máis poderoso co que contamos, así que non vén de máis recordalo ❤.
EliminarUn bico!!