El fin de los tiempos

Durante la lectura puedes escuchar...



El tiempo pasa cruelmente, es lo único que sé. Me traen una bandeja de comida a las dos en punto de la tarde todos los días, pero me parece tan irreal como estar aquí encerrada.

Los minutos pasan con crueldad mientras lo único interesante que tengo a mi alcance es este reloj de bolsillo de quien me condenó a esta oscura prisión. Le di los remedios que necesitaba cuando acudió a mí aquella tarde de invierno. Le di los sentimientos que mis hermanas me habían aconsejado guardar bajo llave en otro universo. Le di los conocimientos que me hacían ser quien era y decorar el mundo con magia.

Y lo único que me dio a cambio fue un estúpido reloj dorado y una sonora palabra:

«Bruja»

Bruja, repitieron los niños mientras me arrojaban tierra al verme pasar. Bruja, corearon las mujeres entre empujones. Bruja, me escupieron los hombres al verme caer. Y, bruja, susurró esa persona cuando me vio por última vez.

¿Había dolor en su mirada? No tanto como el que habitaba en mi corazón. Sus sentimientos habían sido sinceros en ese pasado en el que compartimos nuestro tiempo. Pasado, un simple recuerdo, nada más.

Intenté explicarles la realidad, hacerlos entrar en razón, pero no quisieron escucharme. Bruja, me decían. Y bruja me dijeron cuando me empujaron a este lugar.

En el fondo los compadezco. No entienden quién soy o qué hago aquí, no quieren comprender. Solo son capaces de sentir que soy diferente a ellos y la diferencia nunca les ha gustado. Me temen, porque no saben lo que puedo hacer, pero en realidad deberían temer el futuro en el que no pueda hacer lo que sé hacer.

El tiempo pasa vilmente, cada segundo perdido es un segundo más que me acerca a mi fin, su fin. Yo me iré, pero regresaré junto a mis hermanas, aprenderé de mis errores y enseñaré a otras brujas lo que sucede cuando no se intenta comprender lo diferente. Ellos, sin embargo, desaparecerán, sin saber siquiera que una bruja era la que mantenía dormida a la bestia bajo su poblado.

Los segundos se desvanecen. No han sido unos años tan terribles, he cometido unos cuantos errores y ellos también, lástima que solo yo me haya atrevido a tenerlos en cuenta. Al fin y al cabo, solo necesito exhalar un suspiro para salir de esta celda. Pero ellos no lo saben, no se han molestado en averiguarlo.

Sí, los habría perdonado, pero solo me han dejado un reloj, para hacerme más miserable. Con todas las medicinas que he elaborado para ellos… y solo un mísero reloj. Lo utilizaré para contar el tiempo que viva con mis hermanas cuando esté entre ellas, en lugar de contar el tiempo que me queda en este pequeño mundo.


Pasos. Son las siete y diez minutos y tres segundos. Es la hora del fin.




➽ Esta fantasía nace... de escoger tres palabras al azar (bruja, tiempo y desesperación) y escribir una historia con ellas.

Gracias por leer y déjate llevar por la fantasía...

Comentarios

  1. AYYYY SINDY TE HA QUEDADO GENIAL!!! Transmitís tanto!! Exijo segunda parte haha la verdad es que me ha encantado y sentido el dolor bajo su piel, rencor tal vez también? Una persona que ha sufrido muchísimo, sin duda. No sé porque, pero me la imaginé como Scarlet Witch (?) I need more of this!! Un abrazo enorme ♥

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Holaaaaa Kara! Qué maravilla tenerte por aquí ^^, muchas gracias por tus preciosas palabras ❤. Síí, hay algo de rencor en ella. Escribí un fragmento de la historia pero desde el punto de vista de la persona que le regala el reloj para anunciar la entrada en Instagram, podría escribir una continuación de la historia y publicarlo conjuntamente en una nueva entrada. Me acabas de inspirar para continuarla ^^.

      Besitos desde las tierras de la fantasía ~

      Nos leemos, un saludo!!

      Eliminar

Publicar un comentario

Tus comentarios nos dan alas y las alas nos hacen volar. Y allí, volando, escribimos para que tú también puedas desplegar tus alas 🌌

Entradas populares de este blog

Jak and Daxter

La Serpiente Emplumada: el Dios traidor

Novoland - The castle in the sky (Reseña)