Cenizas de un sueño roto

 A ti, para ti y por ti, dios de lo Imposible.

Son muchos los que te veneran y te ofrecen sus sacrificios, los sueños rotos de los que te alimentas. Con cada sacrificio te haces más fuerte en sus corazones, y cuanto más fuerte eres más sacrificios te otorgan, hasta que llegue el día en que acabes por consumir sus almas hasta los cimientos, todo su ser y todos sus sueños. No quedará nada, excepto desesperación. Y, a pesar de todo, no pueden dejar de adorarte.

Ellos no saben por qué, pero seguro que tú sí lo sabes, Imposible. Te siguen por miedo, miedo a fracasar, pero también a triunfar. Temen sacar su verdadera esencia y mostrarla al mundo en su forma más pura, temen lo que la gente piense. La mayoría de ellos se resignan, se rinden ante ti y te ofrecen de nuevo las cenizas de sus sueños rotos. Pero no todos. Hay algunos que consiguen ver la verdad, la misma que tú intentas ocultar para continuar con tu reino de desesperación.

¿Y cuál es, entonces, esa verdad? La verdad, mi querido Imposible, es que no eres real, que no existes. No eres más que una ilusión sin forma que nace de las sombras del corazón humano. Porque es natural dudar, desesperarse, creer que no se es capaz de alcanzar la cima que tanto se ansía. Son esos sentimientos los que te dan vida, una vida falsa que, sin embargo, consigue desalentar a quien cree en ti. Pero aquellos a los que la fantasía ha tocado con su infinita magia saben ver la verdad y, aunque duden o se desesperen, son capaces de seguir adelante. Porque no existes, Imposible. Y quien conoce ese secreto también sabe que solo debe seguir adelante, caminar por el sendero de los sueños hasta conseguir todo lo que se proponga.

Así que, Imposible, no hay nada más que deba decirte. Me despido de ti, que has amenazado con instalarte en mi corazón para romper mis esperanzas. Yo soy más fuerte que eso, más fuerte que tú. En el fondo, todos lo somos; a veces solo necesitamos creer que podemos hacerlo. Ahora es el momento de continuar mi camino, de no mirar atrás y no volver a ti.

A ti, para ti y por ti, dios de lo Imposible, para que dejes de aferrarte a los sueños ajenos y sigas también tu propio destino.

Imagen sacada de esoterismos.com

A todos aquellos que habéis descubierto el secreto de lo Imposible, solo hace falta seguir soñando, seguir siendo libres. Y a todos los que todavía sois prisioneros de él solo hay una cosa que deba deciros: abrid los ojos, porque siempre habrá una estrella que os guiará para hallar la verdad.









Gracias por leer y déjate llevar por la fantasía...

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