El llanto de la sacerdotisa

¡Hola, personitas del universo!

Para despedir este 2019 entre historias, os traigo un relatillo que escribí entre clase y clase.

La inspiración puede aparecer en cualquier parte y en este caso ha sido en una clase de gramática cuando ha venido a mí. Una de las propiedades que tiene la lengua es la recursividad, o lo que es lo mismo: una unidad sintáctica puede estar formada por otra unidad igual o más compleja. Por ejemplo, una frase puede contener en su interior otra frase (los lápices de colores, que es una frase nominal que incluye una frase preposicional) o incluso una oración (los lápices que le presté a mi primo). ¿Y a qué viene esto? A que teóricamente, debido a la recursividad de la lengua, se podrían crear estructuras infinitas (frases dentro de frases, dentro de frases y dentro de más frases).

Así que se me ha ocurrido intentar crear la frase más larga que haya escrito en toda mi vida, ¡a ver qué sale! Tengo que decir que es posible que haya más de una frase (no me he puesto a analizarlo porque es una locura), pero la esencia de frase única la tiene, espero que os guste y que seáis capaces de llegar al final ^^.

☆☆☆

La sacerdotisa, con lágrimas en los ojos y una pena infinita en el corazón, exhausta y con la respiración todavía agitada, después de pasar varios días con sus noches llamando a la energía del bosque, recopilando el poder del cielo, las estrellas y la luna, buscando hechizos imposibles en volúmenes milenarios perdidos en rincones recónditos de la inmensa biblioteca del Templo del Bosque, contemplaba en el altar de piedra labrado con antiguos motivos vegetales el resultado de su fracaso más desesperante, en forma del cuerpo frágil e inerte de aquel niño de cabellos oscuros y sonrisa amable que la había acompañado media vida, dentro y fuera de ese inmenso y solitario templo al que ambos habían llamado tantas veces hogar y que los había visto crecer entre libros, historias susurradas por las noches antes de dormir y sueños compartidos que se quedarían en esperanzas olvidadas de tiempos más felices que aquella dolorosa noche invernal ante el hermano pequeño que tanto amaba y al que no había podido salvar del veneno mortal que llevaba semanas consumiéndolo tras haber defendido con tanto valor a las criaturas del bosque, amenazadas por el ser al que muchos llamaban Dios de las tinieblas y que solo despertaba cada cincuenta años con ansias de obtener la energía de la vida de seres luminosos como los que habitaban el bosque, y por haberse enfrentado a ese mal, el joven sacerdote había terminado derrotándolo a cambio de su propia vida, cuyos últimos minutos de existencia se escapaban en aquella sala de piedra y de techos altos con frescos de constelaciones pintados, sin que la sacerdotisa, la única que se había atrevido a permanecer en el templo tras el ataque del Dios de las tinieblas, pudiese hacer más que llorar la pérdida de ese cándido hermano, con el que ya no podría volver a hablar ni compartir la vida, y juntar toda esa energía que llevaba días invocando para que, a pesar de no poder salvar la vida del niño, el alma de su hermanito brillase y renaciese en una nueva vida feliz y pacífica, aunque fuese lejos del templo y de la sacerdotisa, que no necesitaba más que saber que la vida de su hermano estaba en un lugar mejor.

Imagen de DarkWorkX en Pixabay

☆☆☆

Y esta es la historia. ¡Espero que os haya gustado y que tengáis un buen año 2020!

Gracias por leer y déjate llevar por la fantasía...

Comentarios

  1. Ola!!! Ás veces ao escribir pasa que te atopas con que unha frase che está quedando demasiado longa e decides cortala porque se che fai un pouco bóla do enrevesada que é. Así que... moitas felicidades! Porque escribiches unha súper frase que, polo menos a min, non se me fixo nada bóla, senón todo o contrario, e desfrutei moito con ela.
    (Por certo, eso de que teoricamente se pode crear unha estrutura infinita mola moito!!).

    Biquiños!!!

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    Respuestas
    1. Ola!! Alégrome moito de que che guste! A verdade é que foi moi divertido escribila ^^, cando tes inspiración ata o oco entre clase e clase serve para escribir ❤ (daquela, cando aínda había clase...).

      Un bico!!

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