El secreto de la Luna

El Pueblo de la Luna era un maravilloso lugar lleno de leyendas e historias tras unas altas montañas recorridas por delicados ríos. Cuando las aguas de estos no se congelaban, el brillante reflejo de la Luna asombraba a todos los habitantes iluminando las laderas rocosas. Efraín y Tabita solían jugar con los demás niños a coger el reflejo del astro y, aunque nunca nadie lo había conseguido, era tradición entre los jóvenes intentarlo todos los meses con Luna llena. Sin embargo, no todo era luz y esplendor en este encantador pueblo. Cuando la Luna brillaba todo eran festejos y celebraciones en su honor, pero cuando se retiraba del cielo, los habitantes se encerraban en sus casas para protegerse de las Sombras. —¡Tabita! —gritó Efraín. Su hermana pequeña jugaba bajo las ramas de un imponente abeto que, bajo la luz declinante del sol, parecía perder poco a poco su majestuosidad. —¡Tabita! —gritó de nuevo. La niña giró por fin la cabeza en su direc...