Sindy y Rush - Capítulo 3 (parte 3/4)

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Teníamos unas pintas terribles, pero aun así no tuvieron inconveniente en atendernos en la ABI; solo tuvimos que esperar una hora. Una chica de aspecto amable y vestida de traje nos recibió y escuchó nuestras palabras de enfado con atención.

—La limpieza que se realizó en ese establecimiento hace tantos años fue una limpieza mágica —explicó—. El club de limpieza se encarga de ellas, y en ese caso concreto fue para garantizar la seguridad del lugar. Eliminaron los restos de magia y probablemente en su momento también dejarían el lugar con un aspecto decente. Pero tratándose de una floristería abandonada… No es de extrañar que después de tanto tiempo haya sido invadida —terminó con una sonrisa.

Lo más seguro era que nos viese como a dos niñitas de doce años que todavía no dominaban la magia y necesitaban ir a quejarse por ello. Pero era más bonito pensar que aquella joven nos veía como a dulces niñas que estaban empezando sus andanzas por el mundo. Fuese como fuese, terminado nuestro turno, tuvimos que irnos. Ya sabíamos por qué el Club de Limpieza no era uno de los tres menos solicitados, pero eso no ayudaba mucho.

—¿Y al final las arañas qué?

Rush siempre daba forma con sus palabras a mis propios pensamientos.

—Tampoco vamos a iniciar una guerra contra ellas.

Y yo no debería haberlo sugerido, porque Rush tenía la mala costumbre de tomarse siempre en serio mis palabras.

—No —me adelanté a ella.

—Yo creo que sí, “Dos brujas luchan por lo que les pertenece”, “El bien contra el mal”, “La épica batalla de Sindy y Rush contra los monstruos usurpadores”, “¡La guerra por el futuro!”

—Tampoco exageres.

—¿Pero a que suena bien?

Suspiré y no pude negarlo, porque sonaba genial.

Comprar la floristería había costado mucho menos que alquilar cualquier otro local por el simple hecho de “estar maldita” o algo así nos habían advertido. Pero no podéis comparar los precios del Mundo Tradicional con los del Mundo Brujeril, y con esto quiero decir que nosotras no teníamos demasiado dinero. Es decir, no podíamos prepararnos para una guerra. Tampoco estábamos preparadas como para adentrarnos en otras dimensiones en busca de armaduras y armas mágicas. Ni podíamos contratar a nadie para que nos auxiliase, y mucho menos pedir ayuda a Patrick.

—No valemos para este mundo —suspiró Rush, sentada en un banco.

—¡No digas eso! —exclamé—. Todavía tenemos mucho que aprender, pero cuando lo hagamos seremos las brujas más poderosas de todos los tiempos.

—Por una vez eres tú la que exagera —se rio.

—Por una vez vale la pena hacerlo.

No teníamos medios ni magia poderosa, pero estábamos motivadas. Y Sindy y Rush son imparables ante el peligro.


Gracias por leer y déjate llevar por la fantasía...

Comentarios

  1. ¡Hola Judit! Me paso encantada ahora mismo :) (preferimos estos comentarios en su entrada correspondiente, la de la Iniciativa Seamos Seguidores).
    Y bueno, siento el retraso jaja.

    Un saludo!!

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